Condiciones duras y frías
Son las tres de la tarde y empieza a anochecer en la ciudad de Båtsfjord, en la costa norte de Noruega. El agua está a 4 ºC. A esta temperatura, cualquier ser humano moriría de hipotermia en aproximadamente una hora, 30 minutos arriba o abajo. Sin embargo, en pleno invierno del Ártico son muchas las posibilidades de que una combinación de choque térmico, agotamiento y golpes de oleaje acaben con cualquiera antes de que tenga la oportunidad de morir congelado.
Desde que amaneció no ha dejado de nevar con fuerza. La intensidad del viento va subiendo hasta alcanzar el grado de temporal, y las calles de Båtsfjord se encuentran prácticamente desiertas. La mayoría de las personas tiene el buen juicio de permanecer a cubierto o, si es absolutamente necesario desplazarse a algún sitio, lo hacen en coche. Los pocos transeúntes que se dejan ver caminan apresurados y encogidos haciendo lo que pueden por proteger el rostro y las extremidades del azote del gélido viento y la nieve lacerante.