Trucha del fiordo
El sabor de la trucha del fiordo de Noruega es puro y fresco. Su carne veteada tiene una textura firme y aterciopelada que la convierte en un ingrediente perfecto para preparaciones marinadas, en crudo, o poco hechas. Aunque es más sensible al calor que el salmón noruego, puede ser un plato exquisito si se cocina correctamente.
El consumo de trucha del fiordo de Noruega contribuye a proteger la salud cardiovascular, el sistema óseo y el funcionamiento cerebral. Es rica en proteínas, antioxidantes, ácidos grasos omega 3 y vitaminas A, D y B12.
Noruega disfruta de un entorno natural único. En sus costas convergen las gélidas aguas del océano Ártico con la cálida corriente del Golfo, lo que da lugar a las condiciones idóneas para la producción de la trucha del fiordo durante todo el año.
La trucha del fiordo noruego está disponible durante todo el año.
Dentro del grupo de los salmónidos existen varias especies de trucha. Una de ellas es la trucha del fiordo de Noruega, un pescado muy adecuado para la acuicultura de agua salada que se ha hecho muy popular por su extraordinario sabor y su textura.
La trucha del fiordo de Noruega es una fuente saludable de proteínas que se distingue por su intenso color rojo anaranjado y su carne veteada y suculenta, tan buena para el paladar como para la salud. El consumo de trucha del fiordo de Noruega contribuye a proteger la salud cardiovascular, el sistema óseo y el funcionamiento cerebral.
La trucha del fiordo de Noruega es más pequeña que el salmón del Atlántico y tiene una carne más firme. La grasa se almacena principalmente en el abdomen, que es más graso, mientras que el resto de la carne es más magra. La cabeza de la trucha es diferente a la del salmón y presenta una forma más redondeada.
Las gélidas y cristalinas aguas de Noruega crean las condiciones perfectas para el crecimiento de la trucha del fiordo, donde se cría lentamente hasta desarrollar una carne firme y deliciosa. Este entorno es esencial para el sabor y la textura de la trucha del fiordo. Noruega cuenta con una larga tradición de uso de los recursos naturales y de pesca de la trucha del fiordo.
Los pilares de la industria de este pescado son el respeto por la naturaleza, la historia, el saber hacer y la innovación. Los orígenes de la acuicultura noruega se remontan a la década de 1970. Hoy, Noruega sigue aplicando sus conocimientos de etología, biología marina y tecnología para garantizar la seguridad alimentaria y el futuro de la acuicultura. Además, se han implementado estrictas medidas para garantizar que el crecimiento del sector siga respetando los ecosistemas de los que se nutre. El sector colabora estrechamente con organismos científicos y reguladores para mejorar y contribuir a resolver la necesidad de alimentos sostenibles a nivel mundial.
Cómo comprar
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