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Productos del Mar de Noruega

El sustento de las comunidades locales

Pese a ser un país pequeño, Noruega posee la segunda línea costera más larga del planeta. Por este motivo, la mayoría de nuestras comunidades se encuentran en la costa y dependen de los recursos marinos para su subsistencia.

El estilo de vida noruego

El bacalao, el salmón, el arenque, el cangrejo rojo real. Son solo algunas de las delicias noruegas que, además de ser un alimento excelente, conforman también el sustento de comunidades prósperas y dinámicas en toda la costa. Pese a ser un país relativamente pequeño, Noruega posee la segunda línea costera más larga del planeta. Por ello, no es de extrañar que la mayoría de nuestros pueblos y ciudades se encuentren junto al mar. Los 29.750 km de la costa continental, más otros tantos de las islas que se extienden en el archipiélago, están salpicados por innumerables comunidades de todos los tamaños. La pesca, el comercio y la navegación han sido siempre piedras angulares del estilo de vida noruego.

Protegemos nuestro futuro

La industria de los productos del mar no es solo un componente importante de la economía de la nación, sino también de las ciudades y pueblos que la componen y de los ciudadanos que habitan en ellos. El crecimiento del sector de la pesca y la acuicultura proporciona empleo e ingresos a una comunidad mucho más amplia que la que trabaja directamente en él, lo cual es una garantía de futuro para muchas personas. De hecho, por cada diez trabajos que se desarrollan en actividades de pesca directa en Noruega, se crean otros ocho en distintos sectores económicos nacionales. De igual manera, cada corona noruega que genera la pesca supone la generación de 3,5 coronas noruegas adicionales en otros sectores.

Este impacto económico es especialmente evidente en el norte, donde el sector de los productos del mar es el elemento vertebrador de la sociedad. Aquí, las distancias son largas y las pocas poblaciones que existen están separadas por muchos kilómetros. Sin embargo, mientras siga funcionando la industria pesquera, estas minúsculas aldeas pesqueras del Ártico seguirán vivas y garantizando un porvenir tanto a pescadores y comerciantes como a camioneros, profesores o policías.

Lo que mantiene a flote a nuestras comunidades

El sector de los productos del mar noruegos va más allá de sus propias barreras para convertirse en una actividad económica, social y medioambientalmente sostenible. Por ello, su éxito no debe medirse únicamente en términos de ganancias, sino también de beneficios para las personas y el planeta. En Noruega, la pesca tiene mucho de subsistencia, pero también de saber hacer y de vivir en armonía con la naturaleza. Pescar es lo que mejor sabemos hacer, y muchos de estos pueblos pesqueros han vivido de la pesca durante siglos o incluso milenios. Ahora, el objetivo es que nuestra gente siga ligada al mar, viviendo de él y velando por la conservación de sus recursos naturales. Para conseguirlo, necesitamos valernos de nuestro saber hacer local y seguir capturando o cultivando, procesando y exportando los mejores productos del mar del mundo. Porque este es el sustento de nuestras comunidades.