Una elección obvia
La tradición pesquera noruega se remonta nada más y nada menos que a la Edad de Piedra. La riqueza de los ecosistemas marítimos y costeros de la zona resultó obvia incluso para los primeros pobladores. Desde entonces, las vidas de los habitantes de Noruega han estado estrechamente ligadas al mar como fuente de alimento y sustento. La pesca fue siempre una actividad tan importante como peligrosa y, durante miles de años, hemos confiado en nuestros pescadores, quienes literalmente se juegan la vida en el mar. Como dice el refrán, «la mar te da tanto como te quita».